Existen distintos tipos de barnices que se pueden usar para proteger, realzar y preservar la belleza natural de los suelos de madera. Entre ellos están el barniz de poliuretano al agua, el barniz de poliuretano al disolvente y el barniz de urea formol.
Los barnices más recomendables son los de poliuretano al agua, ya que son ecológicos y de secado rápido, y proporcionan una protección duradera sin alterar el color de la madera. Además, son inoloros y dejan un acabado muy natural, pudiéndose palpar la veta de la madera. Asimismo, este tipo de barnices no se vela.
El barniz de poliuretano al disolvente y el barniz de urea formol son los barnices de toda la vida. Son tóxicos, tienen más cuerpo que los de poliuretano al agua, y dejan un acabado más sintético, ya que se ve perfectamente como un cristal. Estos dos últimos se velan con el tiempo, saliéndoles manchas blancas dentro de las capas del barniz, que solo se quitan lijando y barnizando de nuevo.